Palomeras del Fornocal

No habiamos tenido bastante con el Fornocal y con la subidita al puente, que nos acercamos al Palomeras, que esta al lado y nos preparamos para echar unas risas con nuestros nuevos compañeros de Aranda.

Agua poca, pero estechos, si que ibamos a estar un rato!!

La última vez que lo hicimos no tenía ni gota de agua, por lo menos esta vez el agua corría y nos podiamos refrescar de vez en cuando, todavía recuerdo el calor que pasamos aquella vez.

Montse en acción

Predispuestos a ello, si que nos reimos, y echamos de menos al rastas que nos fuera echando la bronca, por todo el barranco, si estuviera aquí, si que habría que darle la razón, no se puede adelantar por un barranco!!!

Por lo menos en este, por que no pasan dos personas juntas a la vez!!!

Luis a lo suyo

Jugando al juego de tapo el agua y suelto cuando bajes, todos nos duchamos a base de bien.

Javier en plan fresquito.

En los rapeles teníamos que mover la cuerda por cada uno que descendiera, por que tenía bastante roce, en algún que otro rapel la poníamos en doble para que se estirara menos y el roce fuera menor, no era cuestion de destrozar las cuerdas.

Ricardo a punto de desaparecer en la oscuridad del barranco

Este iba a ser el último barranco del día, el retraso del Fornocal no nos dejaría hacer más barrancos, pero solo por este día.

El menda cerrando el grupo

La verdad es que congeniamos bastante bien con nuestros nuevos compañeros, nos une el origen, la espeleología, pero sobre todo compartir todo sin prejuicios y sin mirar a nadie por encima del hombro, y además por ir siempre echado unas buenas risas.

López y compañía a remojo

Que gusto no tener a ningun grupo ni por delante, ni por detras, la soledad del barranquista!!!!. Aunque si esto sucediera siempre, no haríamos nuevos amigos.

Luis enseñando los calzones.

Y aun así tenía tiempo para contarse unos chistes o soltar alguna barbaridad.

Arturo en un momento peliagudo

Este destrepe que no era muy complicado pero si un poco expuesto y resbaloso, Arturo se las vio y se las deseó, se hizo daño en la mano y estuvo a punto de darse el galletón de su vida. Ya conozco a otro más que no le hacen mucha gracia los destrepes, je je je.

Eso no le quitó el buen humor para ponerse por encima de todos

El barranco aunque corto y poco profundo al inicio, en su parte final es más profundo, oscuro y bien formado, terminando en el final de Fornocal y otra vez a remontar hasta el puente.

Este barranco nos duró un periquete pero aun asi no pudimos ir al Sarratanas, ya no nos quedaba más tiempo.

Nos alojabamos en Alquezar un precioso pueblo que conserva todo su encanto medieval, allí cenamos con Luis,Javier y López , por cierto, vimos en el bar con nuestro querido amigo el "rastas" y al grito de "por el barranco no se puede adelantar" todavia nos reirnos más.

Al final quedamostodos el día siguiente para hacer el Cueva Cabrito.

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